En un Londres de mediados de los años 50, la trama se despliega cuando la policía encuentra el cuerpo sin vida de una joven en un parque. El misterio se intensifica al descubrir que la víctima es de ascendencia mestiza, lo que atrapa a los medios en un frenesí de especulación racista y controversia. Tres hombres, cada uno de ellos con un lazo diferente hacia la fallecida, se convierten en los principales sospechosos.
A medida que la investigación avanza, los detectives se sumergen en la vida de la joven, revelando un entramado de secretos y tensiones raciales que reflejan la complejidad de la sociedad británica de la época. Cada uno de los sospechosos tiene su propia relación con ella: un hermano atormentado por su pasado, un amante que lucha con sus propios demonios, y un político que ve en la tragedia una oportunidad para ganar tracción en la opinión pública. La historia no solo desvela la identidad del asesino, sino que también explora temas de identidad, racismo y la lucha por la aceptación en un mundo que parece dividido por prejuicios.
Con giros inesperados y una atmósfera tensa, la película se convierte en una crítica intensa a las sombras que aún persisten a pesar de los avances sociales. El final sorprendente no solo revela al culpable, sino que también deja al espectador reflexionando sobre las barreras que todavía existen en la sociedad.