En el corazón de una Japón en transición, una mujer llamada Kinuko lucha por encontrar su lugar en un mundo en el que el honor y la dignidad contrastan con el deseo y la libertad sexual. Desde su infancia, Kinuko ha sido testigo de la opresión y las expectativas impuestas a las mujeres, lo que la ha llevado a experimentar su propia serie de amores y desamores. A medida que crece, se convierte en una geisha, donde descubre tanto el lado glamuroso como el oscuro de la seducción.
En su vida, Kinuko se encuentra con varios hombres, cada uno representando distintas facetas del amor y la pasión. Sin embargo, la sociedad, con sus estrictas normas y juicios, se cierne sobre ella como una sombra, obligándola a tomar decisiones difíciles que desafían sus deseos personales. A lo largo de su viaje, Kinuko empieza a cuestionar los valores tradicionales y lucha por su autonomía, buscando un equilibrio entre su corazón y su posición en la sociedad.
Con una cinematografía que captura la esencia de la época y una banda sonora evocadora, la película narra la lucha interna de una mujer que anhela vivir plenamente, aunque eso signifique romper con las expectativas que la rodean. Así, Kinuko se convierte en un símbolo de resistencia y deseo, dejando una profunda huella en aquellos que se cruzan en su camino y demostrando que, a menudo, el verdadero amor está en encontrar la libertad dentro de uno mismo.