En la Unión Soviética de finales de los años 80, un investigador de la policía, el inspector Víctor Burakov, es asignado a un caso que lo llevará a los oscuros rincones de la mente humana. Se encuentra ante una serie de brutales asesinatos de jóvenes en una pequeña ciudad, donde los cuerpos son descubiertos de maneras cada vez más atroces. En un sistema que constantemente minimiza la violencia y prioriza la imagen pública del Estado, Burakov lucha contra la burocracia y el escepticismo de sus superiores que no quieren creer que están frente a un asesino en serie.
Mientras Burakov sigue las pistas y trata de ensamblar las piezas del rompecabezas, se enfrenta a la desconfianza de sus colegas y a un sistema que parece obstruir su investigación. Su único aliado es un criminólogo estadounidense que aporta un enfoque diferente y, a menudo, más pragmático a cada nuevo hallazgo. Al desenterrar más rastros de la brutalidad del asesino, Burakov se sumerge en una profunda obsesión por el caso, lo que lo lleva a cuestionar no solo la capacidad del sistema para proteger a los ciudadanos, sino también su propia moralidad y la de aquellos que lo rodean.
A medida que la presión aumenta y el tiempo corre, Burakov debe decidir hasta dónde está dispuesto a llegar para atrapar al monstruo que ha sembrado el pánico y la muerte en su comunidad, arriesgando su carrera, su salud mental y, tal vez, su vida.