En esta adaptación de la novela clásica de W. Somerset Maugham, nos encontramos con un joven estudiante de arte llamado Philip Carey, que lucha contra su torpe naturaleza y unas expectativas que parecen demasiado pesadas de llevar. Huérfano desde pequeño, y con una crianza a cuestas que lo ha marcado, Philip se siente atrapado en su propia vida, buscando constantemente el sentido que le falta.
Durante su paso por la escuela de arte, conoce a Mildred, una camarera deslumbrante pero superficial, que despierta en él una obsesión que lo llevará por un camino de autodescubrimiento y sufrimiento. A pesar de sus constantes desengaños y la brutal crueldad de Mildred, Philip se aferra a la esperanza de que su amor sea correspondido. Pero este amor se convierte en una especie de ataúd emocional que lo arrastra hacia la autodestrucción.
Mientras lucha con su arte y su vida personal, Philip se enfrenta a una serie de relaciones que lo empujan a un mar de dilemas morales y decisiones difíciles. La lucha interna entre el deseo y la razón, la pasión y la desesperación, queda claramente reflejada en su búsqueda de la felicidad. Esta película, rica en emociones y dilemas complejos, captura la esencia de la condición humana, revelando cómo las cadenas invisibles del amor y el sufrimiento pueden moldear nuestras vidas de maneras que nunca imaginamos. La actuación y los dramáticos giros nos tienen al borde de nuestro asiento, cuestionándonos: ¿vale realmente la pena este tipo de conexión?