En un caluroso día en Los Ángeles, un hombre común, Bill Foster, se encuentra atrapado en un atasco de tráfico que parece no tener fin. La tensión acumulada de su vida cotidiana, un trabajo que lo deshumaniza y las frustraciones del mundo moderno, le llevan al límite. Después de dejar su coche en medio de la carretera, Bill decide que ha tenido suficiente y se embarca en un viaje a través de la ciudad, pero no en busca de soluciones, sino de confrontaciones.
A medida que avanza su odisea, se convierte en un antihéroe inesperado, cruzándose con una serie de personajes que representan la descomposición de la sociedad. Desde un vendedor de hamburguesas que intenta ser justo, hasta un grupo de pandilleros, cada interacción lo lleva más lejos de su vida anterior. La fiebre del día se convierte en una tormenta de violencia, y lo que comienza como un grito de desesperación se transforma en un acto de rebelión contra un sistema que siente que lo ha fallado.
En medio de esto, un detective de policía intenta anticiparse a los movimientos de Bill, quien, sin quererlo, se convierte en un símbolo de la lucha de un hombre contra un mundo que ha perdido la humanidad. La película explora temas de locura, frustración y el deseo de ser escuchado, dejando al público reflexionando sobre los límites de la cordura en una sociedad que exige cada vez más.