Un hombre con una discapacidad intelectual vive una vida sencilla pero llena de amor en el corazón de San Francisco. Sam Dawson, interpretado por Sean Penn, es un apasionado padre soltero que se enfrenta a innumerables retos tras convertirse en el cuidador de su hija Lucy, a quien cría con cariño y dedicación. Desde su nacimiento, Sam se ha esforzado por brindarle lo mejor, pero a medida que la pequeña crece, también lo hace su inteligencia, lo que plantea serias preguntas sobre la capacidad de Sam para ser un padre funcional.
Cuando el servicio de protección infantil determina que Sam no está en condiciones de cuidar a Lucy, inicia una batalla legal que se convierte en un viaje emocional que cambiará sus vidas para siempre. Con la ayuda de una abogada en problemas, interpretada por Michelle Pfeiffer, Sam emprende una lucha que no solo desafía el sistema, sino que también se convierte en una reflexión conmovedora sobre el amor incondicional y la familia.
La película aborda las complejidades del amor paternal en un contexto que invita a cuestionar qué significa ser un “buen padre”. A medida que la historia avanza, Sam demuestra que, a pesar de sus limitaciones, su profunda conexión con Lucy y su deseo de ser el mejor padre posible son lo que realmente cuenta. Este conmovedor drama nos hace reír, llorar y reflexionar sobre lo que significa realmente ser una familia.